Cuando pensamos en una vida sana, inmediatamente, viene a nuestra cabeza ideas como hacer deporte, comer sin grasa, no beber alcohol, no fumar, etc…Las investigaciones científicas amplían este análisis tan restringido y hablan de apenas comer carne, caminar a todas partes y relacionarse socialmente casi a diario.
Una pequeña región de Costa Rica, la península de Nicoya, tiene muchos de los habitantes centenarios del país caribeño. Un país que invierte en sanidad siete veces menos por habitante que EE.UU. y es el segundo con personas mayores de 100 años, solo por detrás de Japón.
El científico Buettner defiende que el éxito no radica en cambiar únicamente el comportamiento o los hábitos de los ciudadanos, sino que hay que combinarlo con una modificación del entorno. “Debemos abordar desde la legislación hasta el diseño de las calles, las escuelas, sus interacciones con otras personas o el tipo de trabajo”, dice el experto.
“Tomamos más de 250 decisiones al día relacionadas con la comida, pero apenas el 20% son conscientes”, explica. “¿Cómo podemos hacer que cada una de esas decisiones sea la mejor para nuestra salud?”
Fuente: Artículo de El País